Valverde regando la marisma de Aznalcázar con una botella de Jeréz tras adquirir allí para el CSIC su segunda finca para proteger Doñana.

José António Valverde tuvo el inmenso mérito y la visión de entrelazar Ciencia y Conservación aplicada para defender Doñana.

Era un ecosistema que ya en la década de 1960 él percibió en peligro y declinando. Y eso a pesar de que en aquel tiempo las marismas del Guadalquivir aún rebosaban biodiversidad y de que aún nadie pensaba en los estragos del cambio climático.

Doñana es hoy la sombra de la que descubrió Valverde hace más de 60 años. 

«Habrá que trabajar duro para revertir esta tendencia regresiva en Doñana y en el Planeta.»